La Tradición de las Tunas en Sevilla desde 1952
Clavelitos, clavelitos, clavelitos de mi corazón… Hoy te traigo clavelitos colorados igual que un fresón. ¡Te contamos todo sobre las tunas en Sevilla!
¿No los has cantado ya en tu cabeza? Suponemos que es la magia de la Tuna y su tradición. Esa tradición que, como los clavelitos, se clava en el corazón de Sevilla cada año, especialmente durante el Puente de la Inmaculada. Sevilla, ciudad mariana por excelencia y defensora del dogma de la Inmaculada Concepción, celebra a la Virgen María de una forma muy especial, no solo con fe, sino también con música, alegría y mucha tradición: «María es la pura Concepción que antes que Roma Sevilla proclamó»
En el puente de diciembre, además de la solemne devoción religiosa, se manifiesta otra tradición singular que también rinde homenaje a la Virgen Inmaculada: las tunas en Sevilla cantando a la Virgen en el monumento ubicado en la Plaza del Triunfo.
Las tunas en Sevilla, una tradiacción que no te puedes perder
La tradición de las tunas en Sevilla comenzó en 1952, cuando la Tuna de Peritos Industriales acudió por primera vez al monumento de la Inmaculada para cantarle a la Virgen. Este gesto rememoraba a la desaparecida Tuna Universitaria de los años 20, que también rendía tributo a la Virgen con cánticos en sus rondallas.
Este acto marcó un hito en la ciudad. Fue tan significativo que el cardenal Pedro Segura otorgó un fajín blanco a la Tuna de Peritos Industriales como reconocimiento, siendo la única que lo lleva en la actualidad. Desde entonces, este evento se consolidó como una tradición anual y creció en participación y audiencia, convirtiéndose en una de las citas imprescindibles del puente de la Inmaculada.
El consejo de tunas y el rol de Medicina
Aunque la Tuna de Peritos Industriales fue la primera en cantar, el lugar de honor en la noche del 7 de diciembre lo tiene la Tuna de Medicina, que abre las actuaciones. Esto se debe a que Medicina es considerada la decana entre las tunas sevillanas, una jerarquía organizada por el Consejo de Tunas, fundado en 1975 para garantizar el orden y continuidad del evento.
Vestimenta y Pasacalles
Una de las características más llamativas de las tunas es su indumentaria tradicional, que remonta a las costumbres de los estudiantes del Siglo de Oro. Los tunos llevan capa negra con cintas de colores, que simbolizan sus logros y recuerdos de viajes, junto con una camisa blanca, chaleco y calzas. La presencia de instrumentos como la bandurria, la guitarra o el laúd completa la imagen clásica.
Desde primeras horas de la tarde del 7 de diciembre, las tunas realizan pasacalles por las calles de Sevilla, llenándolas de música, alegría y buen humor. Entre las canciones más populares destacan Clavelitos, Fonseca o Estudiantina portuguesa, melodías que evocan la tradición y el espíritu universitario.
Los tunos no solo se limitan al monumento de la Inmaculada. Muchos de ellos también cantan frente a lugares icónicos como el Arco del Postigo, la Placita de Santa Marta y el monumento a Don Juan Tenorio, en un recorrido que se convierte en una ruta y experiencia inolvidable para los asistentes.
Un evento que trasciende fronteras
El canto de las tunas a la Inmaculada no solo es una tradición sevillana; su fama trasciende fronteras, atrayendo a visitantes de toda España e incluso de otros países. Tunos veteranos y aficionados acuden a la ciudad para disfrutar de esta fiesta y compartir momentos únicos de camaradería.
La festividad no entiende de edades, ya que tanto jóvenes como mayores encuentran en ella un espacio para participar. Desde el tuno más experimentado hasta el más novato, todos tienen su lugar en esta noche mágica, que combina tradición, música y devoción.
El momento cumbre de los tunos en Sevilla
El acto principal tiene lugar a la medianoche del 7 de diciembre, cuando las tunas se reúnen en la Plaza del Triunfo para rendir homenaje a la Virgen. El evento comienza con el repique de campanas de la Catedral y continúa con las actuaciones de las tunas, que cantan de manera sucesiva en un orden basado en su antigüedad. Cada intervención dura aproximadamente 15 minutos, lo que permite disfrutar de una variedad de estilos y repertorios.
El escenario no podría ser más impresionante: el monumento a la Inmaculada rodeado por la Catedral de Sevilla, el Archivo de Indias y los Reales Alcázares. Este entorno histórico añade una dimensión mágica a la noche, convirtiéndola en una experiencia única.
La celebración de la Inmaculada y la participación de las tunas en Sevilla es un reflejo del espíritu único de Sevilla, una ciudad que sabe cómo preservar sus tradiciones mientras las comparte con el mundo. Más allá de los cánticos y la música, este evento es un homenaje a la devoción mariana y a la cultura universitaria, un vínculo entre pasado y presente que sigue vivo en cada nota y en cada paso por las calles adoquinadas.
Si alguna vez has sentido curiosidad por la magia de las tunas o por el fervor de Sevilla hacia la Virgen, el puente de diciembre es el momento perfecto para vivirlo. Déjate llevar por la música, las historias y la emoción de una de las tradiciones más queridas de la ciudad. ¡No te lo pierdas! Si quieres conocer más curiosidades y cultura de la ciudad, sigue nuestra web y ¡explora Sevilla!