Bodega Díaz Salazar, un bar en Sevilla con historia
Ubicada en pleno barrio del Arenal, a escasos metros de la Catedral de Sevilla, la Bodega Díaz Salazar es un auténtico referente de la tradición y la gastronomía sevillana. Este emblemático establecimiento, fundado en 1908, es mucho más que un bar: es un espacio cargado de historia donde el tiempo parece haberse detenido, pero con las comodidades de la modernidad.
A lo largo de sus más de cien años de vida, la Bodega Díaz Salazar ha estado presente en innumerables tertulias, encuentros históricos y momentos inolvidables que la han convertido en una parte esencial de la cultura sevillana. Hoy en día, sigue siendo el punto de encuentro perfecto para disfrutar de la mejor gastronomía local, un excelente surtido de vinos y cervezas, y un ambiente único.
Bar en Sevilla en el barrio del Arenal
La Bodega Díaz Salazar está situada en el barrio del Arenal, una de las zonas con mayor carga histórica y cultural de Sevilla. El Arenal debe su nombre a los terrenos arenosos que ocupaban las orillas del río Guadalquivir, allí donde en épocas pasadas atracaban barcos procedentes del Nuevo Mundo. Durante los siglos XVI y XVII, el barrio era el epicentro del comercio marítimo y punto de partida de las expediciones ultramarinas. Hoy, conserva ese aire pintoresco y añejo, con calles adoquinadas, plazas con encanto y fachadas que cuentan historias de tiempos pasados.
La calle García de Vinuesa, en pleno centro histórico
La Bodega Díaz Salazar se ubica en la calle García de Vinuesa, 20, una vía que narra historias llenas de simbolismo y relevancia histórica. Antiguamente conocida como la calle de la Mar, su nombre original hacía referencia a la conexión directa entre el Arenal, donde atracaban las flotas de Indias, y el corazón de la ciudad, en las Gradas de la Catedral. Por esta calle transitaban carretas cargadas con valiosas mercancías del Nuevo Mundo, que luego cruzaban México por el Camino Real desde el galeón de Manila hasta Sevilla.
En 1866, la calle fue renombrada en honor a Juan José García de Vinuesa, alcalde de Sevilla entre 1859 y 1865, quien falleció ese mismo año a causa de la epidemia de cólera. García de Vinuesa residía en esta calle y es recordado por sus esfuerzos en mejorar la higiene pública, aunque también se le asocia con el derribo de las murallas almohades de la ciudad.
Este recorrido histórico nos lleva a comprender que la calle discurre por lo que fue un antiguo brazo del río Guadalquivir, cegado en la época visigoda. Este brazo se conectaba con el otro curso del río a la altura de la Plaza de Toros de la Maestranza y desembocaba en la muralla, en la Puerta del Arenal, una de las entradas más importantes de la ciudad, demolida en 1864. En sus Anales de Sevilla, Diego Ortiz de Zúñiga menciona cómo esta calle y el Arenal sufrieron severas inundaciones en 1403 debido a las crecidas del río, que alcanzaron el templo parroquial de San Miguel, situado a más de un kilómetro del inicio de la calle.
Un detalle curioso sobre la bodega: recibe el sobrenombre de «La Columna» debido a que, en el pasado, la calle García de Vinuesa estaba adornada con elegantes columnas de mármol. Con el tiempo, muchas de estas columnas fueron derribadas, pero una se ha mantenido como un símbolo emblemático de la zona, recordando el pasado y el reconocimiento de la calle. La columna del bar se preserva precisamente para mantener viva esa conexión histórica y el legado de este lugar. Las columnas en las esquinas de los edificios cumplían también una función práctica; se utilizaban como guardacantos para proteger las esquinas de las casas de los impactos de los ejes de carretas y otros vehículos.
Además, la calle ha sido inmortalizada en la literatura. Francisco de Quevedo la menciona en su obra La vida del Buscón, durante un encuentro violento del protagonista con la ronda nocturna. El antiguo nombre de la calle se conmemora con un azulejo que recuerda su relación con la Sevilla marítima, instalado por iniciativa ciudadana, recuperando así su vocación como nexo entre el puerto y el corazón de la ciudad.
Un espacio con encanto en el barrio del Arenal
La Bodega Díaz Salazar cuenta con varios espacios diferenciados que se adaptan a las necesidades de todo tipo de visitantes. En el amplio salón interior, que tiene capacidad para 80 personas, destaca una impresionante barra centenaria que ha sido testigo de generaciones de sevillanos y visitantes. Detrás de la barra, las botas de vinos de Jerez aportan un toque histórico y singular. La decoración tradicional, con mesas altas y taburetes, invita a tapear al más puro estilo sevillano.
Al fondo del salón, se encuentra la zona de comedor, un acogedor espacio con mesas bajas perfectas para disfrutar de una comida tranquila. Con capacidad para 40 comensales, este rincón es ideal para compartir momentos con familia o amigos.
Además, este bar en Sevilla ofrece una pequeña terraza exterior situada en la emblemática calle García de Vinuesa, que se convierte en un rincón idóneo para disfrutar de una tapa y una copa al aire libre, en pleno corazón del barrio del Arenal.
Cada rincón de la Bodega Díaz Salazar respira autenticidad y mantiene intacto ese sabor a historia que tanto la caracteriza. Muebles centenarios, como las tinajas de más de 100 años, conviven de forma armoniosa con elementos modernos que garantizan el confort del visitante.
El Legado de los Díaz-Salazar
La historia de la Bodega Díaz Salazar comienza en 1908, cuando Ángel Díaz-Salazar, proveniente de Daimiel (Ciudad Real), fundó el establecimiento como despacho de vinos. Su objetivo era distribuir la producción de las bodegas familiares, situadas en una de las regiones vinícolas más importantes de España.
La Bodega Díaz Salazar, un auténtico emblema de la cultura vinícola sevillana, tiene sus raíces en el año 1908, cuando Ángel Díaz-Salazar fundó este icónico espacio en Sevilla como un despacho de vinos. ¡Su misión era clara y apasionante! Distribuir la producción de las bodegas familiares de Daimiel, en Ciudad Real, una región con una rica tradición vitivinícola.
Momentos clave de su historia
- 1918: La historia de la bodega da un emocionante giro cuando Julián Díaz-Salazar Torres toma las riendas del negocio familiar, asegurando su continuidad y expansión en el competitivo mercado.
- Años 20: Durante esta década, la bodega no se queda atrás y comienza a distribuir la célebre Cerveza Negra Damm, diversificando su oferta y deleitando a una clientela cada vez más variada.
- Años 40: Este periodo marca una evolución significativa, ya que la bodega comienza a ofrecer un consumo directo de vinos, acompañados de delicias gastronómicas como quesos manchegos y berenjenas de Almagro. ¡Y eso no es todo! También se introduce la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, enriqueciendo aún más la experiencia de sus visitantes.
- Años 50 – 70: La Bodega Díaz Salazar se transforma en un vibrante punto de encuentro cultural y político, albergando las famosas Noches del Baratillo. Durante estos años, intelectuales, pintores y artistas se reúnen en este espacio, convirtiéndolo en un referente de la vida social sevillana.
- Años 80: Bajo la dirección de José Leonardo Díaz-Salazar, la bodega adopta un enfoque más contemporáneo, integrando modernidad sin perder su esencia tradicional que la caracteriza.
- 2020-2021: Conocida también como ‘La Columna’, la bodega enfrenta un cierre temporal debido a la pandemia. Pero no se rinde: a finales de 2021, reabre sus puertas llevando a cabo una renovación respetuosa del espacio, preservando su idiosincrasia y su esencia profundamente sevillana.
A lo largo de más de un siglo, la Bodega Díaz Salazar ha sabido adaptarse a los tiempos, manteniendo viva la tradición vinícola y cultural de Sevilla. Se ha convertido en un legado generacional que continúa deleitando a los comensales y celebrando la tradición de esta tierra.
Un viaje de sabores en la bodega de vinos de Sevilla
La Bodega de Vinos en Sevilla es más que un simple lugar para disfrutar de una bebida; es un espacio donde se celebra la rica tradición gastronómica andaluza. Con una cuidada selección de tapas y platos, junto a una variedad excepcional de vinos, cervezas artesanales y licores, cada visita se convierte en una experiencia inolvidable.
Tapas tradicionales
La gastronomía en la Bodega de Vinos rinde homenaje a las raíces andaluzas. Las tapas, fundamentales en la cultura española, se preparan con esmero utilizando productos frescos y de alta calidad. Entre las tapas más destacadas se encuentran las zamburiñas en salsa de vieira, que resaltan el sabor del mar, y la ventresca de atún, conocida por su textura suave y sabor delicado. Para los amantes de los embutidos, el jamón ibérico de bellota es una elección perfecta, complementando cualquier comida con su sabor intenso y suculento.
Otras opciones incluyen el queso viejo de oveja zamorano, ideal para paladares exigentes, y el mojama de Isla Cristina, un auténtico manjar de la tradición andaluza. Este bar en Sevilla no solo supone un deleite para el gusto, sino que también poseen un gran valor cultural y social, ya que se disfrutan en un ambiente relajado y acogedor.
Platos para compartir
La bodega se presenta como un de los bares de tapas en Sevilla que ofrece una variedad de platos para compartir, perfectos para disfrutar en compañía. Las berenjenas de Almagro, un clásico que representa la riqueza de la cocina andaluza, y el salmorejo, una crema fría de tomate refrescante y sabrosa, son solo algunas de las opciones disponibles. Los huevos rotos con chistorra son otro plato delicioso que combina tradición con un toque moderno, ideal para compartir entre amigos. Para los amantes del marisco, los gambones al ajillo son una elección imperdible, servidos en su jugo y llenos de sabor.
Vinos de Jerez y otras denominaciones
La Bodega Díaz Salazar es famosa por su excepcional selección de vinos, especialmente los de la región de Jerez. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de una experiencia única donde se sigue destilando la tradición en cada botella, asegurando que cada sorbo esté lleno de historia y sabor. La manzanilla, típica de Sanlúcar de Barrameda, es conocida por su frescura y ligereza, perfecta para acompañar mariscos y tapas ligeras. Por otro lado, el fino, otro vino emblemático de Jerez, es seco y posee un sabor delicado, ideal para disfrutar con un buen jamón ibérico o una tabla de quesos.
Entre todos los bares en Sevilla, esta bodega también cuenta con una interesante selección de vinos tintos de distintas denominaciones, que van desde los suaves y afrutados hasta los más robustos y complejos, perfectos para acompañar carnes y platos más contundentes. Entre ellos se encuentran los vinos de la DO Rioja y la DO Ribera del Duero, ofreciendo opciones que van desde crianza hasta reservas de gran calidad. Además, se pueden apreciar las barricas en las que estos vinos maduran, lo que añade un toque especial a la experiencia de cata.
Refrescos y otras bebidas
Este bar en Sevilla no solo se destaca por su exquisita gastronomía, sino también por su variada oferta de refrescos y bebidas. Los visitantes pueden disfrutar de una refrescante selección de aguas, cafés, zumos e infusiones que complementan a la perfección su experiencia culinaria. Además, la bodega ofrece una cuidada selección de cervezas, incluyendo reconocidas marcas como Cruzcampo y Heineken, ideales para maridar con las sabrosas tapas. Para aquellos que buscan algo más exclusivo, hay una impresionante variedad de licores y ginebras, desde los clásicos hasta opciones más innovadoras. Todo ello se presenta a precios muy accesibles, lo que convierte a la Bodega de Vinos en un lugar perfecto para disfrutar de buenos momentos en un ambiente acogedor.
Tu día en la Bodega Díaz Salazar
¡Oye! ¿Estás listo para un día especial en la capital? Empieza tu aventura en la Catedral de Sevilla, donde las vistas son de otro nivel y la historia te dejará boquiabierto.
Después de tomarte esas selfies para Instagram, ¡date un paseo por el barrio del Arenal! Este lugar tiene toda la esencia sevillana, con su ambiente único y calles llenas de historia.
Reúne a tu grupo de amigos y dirígete a la Bodega Díaz Salazar. En este bar en Sevilla no solo encontrarás tapas que son pura delicia, como las zamburiñas en salsa de vieira y el legendario jamón ibérico de bellota, sino que también hay vinos que son el maridaje perfecto para esas risas y charlas que nunca acaban. Y si buscas algo más refrescante, ¡no te pierdas las cervezas artesanales, que son un must!
Después de un festín que dejará huella, explora el centro y descubre esos rincones ocultos que parecen sacados de una película. Si todavía tienes energía, termina tu día en la terraza de este bar en Sevilla, copa en mano y compartiendo risas con tus amigos. ¡Es el cierre perfecto para una jornada inolvidable!
Y hey, no olvides seguir nuestro blog de Salir por Sevilla para más planes y bares en Sevilla increíbles. Recuerda: ¡La vida es demasiado corta para no disfrutar de un buen vino… o un par de copas!