La Cruz de San Lázaro, un emblema que renace en Sevilla

Cruz de San Lázaro

Después de un año, La Cruz de San Lázaro vuelve a su pedestal en la Plaza de Santa Marta, tras haber sido vandalizado durante el 2023. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, destacó en el acto de reposición: «Hoy es un gran día para uno de los rincones más bellos y emblemáticos de Sevilla».

La alegría de los sevillanos es evidente: un símbolo conocido en la ciudad vuelve a lucir como el primer día. Pero, ¿Qué sabemos de aquel primer día? Es decir, ¿Qué historia guarda la Cruz de San Lázaro, y por qué se consolidó como un emblema de la ciudad? Y aún más: ¿por qué hoy reluce de nuevo en la pequeña Plaza de Santa Marta, un rincón ya favorito para muchos? Quédate con nosotros en Salir Por Sevilla y ¡Descúbrelo!

El Crucero de San Lázaro tiene una historia que no solo se entrelaza con la religión, sino también con la evolución de la ciudad misma. Desde su creación hasta su ubicación actual en la Plaza de Santa Marta, esta cruz ha sido testigo de la historia y de la renovación que ha vivido Sevilla a lo largo de los siglos. La cruz se ha movido, ha sido restaurada y ha permanecido como un símbolo de esperanza para muchos. Pero, ¿Cómo llegó hasta aquí? ¿Y qué importancia tiene la plaza que la alberga hoy?

Orígenes de la Cruz de San Lázaro

La historia de la Cruz de San Lázaro se remonta a finales del siglo XIV, durante el tiempo de la peste negra que azotó a Sevilla. En esos tiempos, la ciudad sufría las consecuencias de la epidemia y, al mismo tiempo, surgía una fuerte devoción hacia San Lázaro, patrón de los leprosos.

La ciudad no solo enfrentaba una crisis sanitaria devastadora, sino también una transformación espiritual que vino de la mano de una creciente devoción hacia San Lázaro, el santo protector de los leprosos. Este santo, asociado con la caridad y la esperanza, se convirtió en una figura que daba consuelo a quienes padecían la enfermedad, no solo por el sufrimiento físico que soportaban, sino también por el aislamiento y el rechazo que enfrentaban de la sociedad.

La cruz se levantó en las afueras de la ciudad, cerca de los leprocomios y las zonas de aislamiento donde eran enviados quienes padecían lepra. En aquellos tiempos, las murallas de Sevilla no solo marcaban los límites de la ciudad, sino que también dividían dos mundos: el de los sanos y el de los enfermos, el de los aceptados y el de los marginados. Para los que quedaban fuera de esas murallas, la Cruz de San Lázaro era un símbolo de esperanza, una señal de que no estaban completamente solos ni olvidados.

Por lo que ya este lugar no solo era considerado un espacio para rezar, sino también un punto donde los familiares y amigos de los enfermos podían acercarse a dejar alimentos o provisiones. Más allá de ser un simple monumento, la cruz simbolizaba la necesidad de solidaridad y empatía en una época donde el miedo y las supersticiones solían prevalecer sobre la razón y la compasión.

Es así como, a lo largo de los siglos, la Cruz de San Lázaro ha cambiado de ubicación varias veces. Originalmente situada en el antiguo barrio de los leprosos (el área de lo que hoy sería la Plaza de la Gavidia), su ubicación inicial estaba marcada por la cercanía de la hospedería de San Lázaro, donde los enfermos de lepra eran atendidos y cuidados.

Con el paso del tiempo y la desaparición de la lepra, la cruz fue trasladada en diversas ocasiones, adaptándose a la evolución urbana de la ciudad. En el siglo XVIII, fue colocada en el convento de San Francisco, y más tarde, durante el siglo XIX, se trasladó de nuevo, pero esta vez a una ubicación más cercana al centro de la ciudad.

Finalmente, en el siglo XX, la cruz llegó a la Plaza de Santa Marta, donde hoy sigue erguida, símbolo de la resiliencia de Sevilla ante las adversidades. La plaza, que antiguamente fue un punto de encuentro para los viajeros y los comerciantes, se convirtió también en un lugar con una fuerte connotación religiosa.

La Plaza de Santa Marta

La Plaza de Santa Marta, en el barrio de Santa Cruz, es hoy uno de esos rincones tranquilos de Sevilla que a menudo pasa desapercibido por los turistas. Sin embargo, es un lugar que invita a ser descubierto. La plaza no solo es conocida por albergar la Cruz de San Lázaro, sino que también está rodeada de una profunda historia que se conecta con la tradición sevillana, la vida social de antaño y las influencias de los conventos de la ciudad.

El nombre de la plaza proviene del antiguo Hospital de Santa Marta, fundado en 1835, cuya ubicación corresponde hoy al Convento de la Encarnación, situado junto a la plaza. Además de su importancia histórica, la plaza guarda detalles únicos. En las fachadas de dos de sus casas pueden encontrarse cerámicas conmemorativas dedicadas a Mateo Vázquez de Leca, canónigo de la catedral, y a José Torre Padilla, fundador de las Hermanas de la Cruz.

Este lugar también forma parte de las leyendas sevillanas. Se dice que aquí, en este rincón lleno de encanto, Don Juan Tenorio raptó a Doña Inés, añadiendo una dimensión romántica y misteriosa a su historia.

Rodeando el crucero hay cuatro naranjos, considerados los más altos de Sevilla, evocando los típicos patios andaluces. Este detalle, junto con su reducido tamaño y su arquitectura tradicional, convierte a la Plaza de Santa Marta en un espacio que invita al silencio e incluso la oración.

Pese a dicha tranquilidad y su encanto, la plaza fue escenario de un acto lamentable en 2023, cuando el Crucero de San Lázaro fue vandalizado, dejando la cruz gravemente dañada.

Atentado a la cruz de San Lázaro

Sin lugar a dudas, el vandalismo sufrido en 2023 fue un golpe que despertó indignación, pero también significó la movilización de recursos y voluntades para su restauración. Durante más de un año, expertos en conservación trabajaron en su reparación, utilizando tecnología de vanguardia, como escáneres 3D, para analizar cada detalle y asegurar su integridad estructural. Este esfuerzo no solo restauró la cruz, sino que también reveló imágenes que habían permanecido ocultas durante siglos, como inscripciones diminutas y relieves erosionados que cuentan la historia de su resistencia.

La restauración reciente ha renovado su presencia majestuosa en la plaza, devolviéndole todo lo que algún día fue. Para los sevillanos, la Cruz de San Lázaro es un recordatorio vivo de la historia de su comunidad, simbolizando la resiliencia de la ciudad ante las adversidades. Este renovado emblema es más que una estructura restaurada; es un reflejo del compromiso de la ciudad por preservar su patrimonio y honrar su historia.

Cruz de San Lázaro

Atentado a la Cruz de San Lázaro en la Plaza de Santa Marta

La Cruz de San Lázaro, erguida con orgullo en la Plaza de Santa Marta, es un faro de luz en la historia de Sevilla. Representa la capacidad de la ciudad para levantarse ante la adversidad y reafirmar su identidad cultural y social. Cada vez que los sevillanos o turistas pasan por este lugar, no solo están ante un monumento; están ante un testimonio de la resistencia, la comunidad y la historia que ha tejido la rica tapicería de esta vibrante ciudad. Así, mientras la Cruz de San Lázaro vuelve a ocupar su lugar, también lo hace la esperanza y la memoria colectiva de un pueblo que nunca olvida su pasado.

Hoy, con su renovada presencia, la cruz de San Lázaro no solo marca un punto en el mapa de Sevilla, sino que también invita a los visitantes a reflexionar sobre la historia de la ciudad y su evolución. Para conocer más sobre este y otros lugares emblemáticos de Sevilla, ¡no olvides seguir nuestro blog en Salir Por Sevilla!

Te invitamos a sumergirte en las historias que dan vida a nuestra ciudad y descubrir cada rincón que la hace única. Además, comparte tus experiencias con nosotros y únete a nuestra comunidad en redes sociales. Juntos, mantendremos viva la historia y la cultura de Sevilla para las futuras generaciones.